Este jueves el cobre cerró en su undécima baja en la Bolsa de Metales de Londres (LME), al transarse en US$2,09106 (-1,26%) la libra contado, nivel que se compara con los US$2,11782 del miércoles y con los US$2,13188 del martes.

Este es el valor más bajo desde el 26 de mayo de 2009, cuando el metal rojo se cotizó en US$2,05840.

En lo que va del mes, el cobre ha bajado 10,23%, acumulando un retroceso de 27,50% en lo que va del año.

Producto de lo anterior, el promedio del mes bajó a US$2,22911, mientras que el anual retrocedió a US$2,54158.

Analistas consultados por «El Mercurio» la semana pasada consideraron como probable el hecho de que la principal exportación chilena retrocediera antes de fines de año hasta los US$ 2 la libra.

La explicación principal detrás de este descenso se encuentra en China. La segunda mayor economía del mundo atraviesa un cambio de modelo económico, donde pretende enfocarse al consumo interno.

Este cambio estructural supone ciertos desafíos para el gigante asiático. Entre ellos, un crecimiento más débil del que el mundo estaba acostumbrado y ello ha impactado en el precio del metal que exporta Chile.

La preocupación más latente es para los productores chilenos, que poco a poco observan cómo los precios ya dejan de ser rentables.

Alberto Salas, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), manifestó preocupación por los actuales valores: «En el mediano o largo plazo, los precios se van a recuperar. Teníamos asimilado que íbamos a tener precios más bajos, aunque tal vez no con este nivel», sostuvo.

Agregó que las empresas están obligadas a hacer serios esfuerzos de ajustes de costos, «que lamentablemente han tenido impacto en el empleo. La preocupación está por la pequeña y mediana minería, que es más sensible y no tiene espaldas financieras».

Diego Hernández, presidente de Antofagasta Plc, del grupo Luksic, dijo que las empresas están «reaccionando para defender nuestros márgenes» y que se han postergado actividades de exploración o inversiones más grandes. Sin embargo, admitió que la devaluación de la moneda y el precio del petróleo han contribuido a bajar los costos.