El dinero entregado durante el primer semestre de este año por la principal minera de cobre del mundo al Estado de Chile fue un monto bajo comparado con los años anteriores. Esto se explica por la drástica caída del precio del cobre.

El 93% del total de esos aportes -equivalente a US$ 529 millones- se destinó a las Fuerzas Armadas vía Ley Reservada del Cobre, según información de Codelco.

A su vez, si se considera el monto otorgado por esta vía entre 1995 y los primeros seis meses del presente ejercicio, la suma asciende a US$ 17.127 millones, en moneda actual (ver infografía).

En tanto, el ejercicio en que la minera entregó el menor aporte en los últimos 20 años fue 2002, cuando la cifra alcanzó los US$ 327 millones. Sin embargo, ese año el monto solo representó el 68% de los aportes totales entregados al fisco.

En la industria comentan que el monto global de aportes en el tiempo es alto, a la luz de la situación por la que atraviesan tanto el Estado como Codelco. Mientras el primero ha tenido que ajustar el Presupuesto, conteniendo los gastos, la empresa estatal más importante del país enfrenta un momento de extrema complejidad: debe invertir más de US$ 12 mil millones en proyectos estructurales para continuar siendo una compañía sustentable, y debe encontrar la manera de financiar aquellas iniciativas en un contexto en que Hacienda ya ha hecho público que no entregará los recursos comprometidos inicialmente.

Codelco ha ajustado su plan de inversiones priorizando aquellas iniciativas que están más avanzadas, como Chuquicamata Subterránea y Radomiro Tomic Fase II.

Por lo anterior, no necesitará los cerca de US$ 800 millones que había solicitado la empresa para capitalización por la vía del endeudamiento del Estado. Los recursos se definirán tras la junta extraordinaria de accionistas del 26 de octubre. Sin embargo, si el Gobierno opta por no entregar una suma suficiente, la estatal deberá evaluar si aumenta su propio endeudamiento, lo que podría poner en riesgo su investment grade .

Origen de la ley

Los orígenes de esta norma se remontan a 1958, cuando se aprobó la Ley 13.196, más conocida como la Ley Reservada del Cobre. Allí se establecía un impuesto de 15% de las utilidades de la gran minería del cobre -en ese entonces privada-, para destinarlos a comprar pertrechos de las Fuerzas Armadas.

Durante el gobierno militar esta normativa fue modificada a través del decreto ley N° 1.530 de 1976, donde se estableció que el 10% de los ingresos totales por las exportaciones de Codelco serían depositados en tres cuentas presupuestarias (Ejército, Armada, Fuerza Aérea) en montos iguales para financiar sus adquisiciones, fijándose en esa fecha un piso mínimo inicial de US$ 90 millones anuales, reajustables.

Sin embargo, en los inicios del boom de los commodities, el precio del cobre comenzó a crecer y, con ello, los dineros recaudados por esta vía, lo que llevó al Gobierno de Ricardo Lagos (siendo titular de Defensa Michelle Bachelet) a modificar el sistema a partir del 2003 a través de una previa reinterpretación de la ley por parte de la Contraloría. Esto permitió al Ejecutivo tomar un mayor control de los fondos, potenciando una cuarta cuenta dependiente de Hacienda y Defensa.

A partir de esa fecha, las FF.AA. reciben un monto específico de acuerdo con sus proyectos (los que deben ser autorizados por ambos ministerios y la Presidencia), mientras que los importantes recursos excedentes se acumulan en un fondo especial de Defensa, el que, entre otras materias, ya ha sido utilizado para fines civiles, como para financiar parte de los gastos de reconstrucción por los terremotos en la zona central de 2010 y de Iquique en 2014.

Larga data
Hace 57 años se creó la Ley Reservada del Cobre, de aportes a las Fuerzas Armadas.

(Economía y Negocios, El Mercurio)